
En la Fundación Soñadores del Mundo – FUSOM, sabemos que la verdadera transformación social comienza con pequeños gestos de amor y solidaridad. Hoy queremos destacar la labor de Betty Camilo, miembro fundador de nuestra organización, quien con su inquebrantable espíritu altruista ha dedicado su tiempo y energía a brindar apoyo a las personas en situación de calle en el centro de Cali.
Una Mano Amiga para Quienes Más lo Necesitan
Con alguna regularidad, Betty Camilo, acompañada de su hija, familia y amigos, se dirige a un sector del centro de la ciudad de Cali, donde muchas personas luchan diariamente por sobrevivir sin un techo seguro ni alimento garantizado. Con un corazón generoso y un profundo compromiso con el bienestar de los más vulnerables, Betty lleva comida caliente a estas personas, ofreciéndoles no solo un plato de comida, sino también un momento de dignidad y esperanza.
Mucho Más que un Plato de Comida
La labor de Betty va más allá de la entrega de alimentos. Con cada visita, ella y su equipo se toman el tiempo para conversar con las personas en situación de calle, escuchando sus historias, conociendo sus necesidades y ofreciéndoles palabras de aliento. En muchas ocasiones, el simple hecho de ser escuchados y tratados con respeto marca una gran diferencia en sus vidas.
Este tipo de iniciativas no solo alivian el hambre física, sino que también alimentan el espíritu, recordándole a cada persona que no está sola y que hay quienes se preocupan por su bienestar.
El Poder de la Comunidad
Lo que comenzó como un gesto personal se ha convertido en una red de solidaridad en la que participan amigos, familiares y voluntarios de la fundación. Cada vez más personas se suman a esta causa, aportando alimentos, ropa y otros elementos esenciales para mejorar la calidad de vida de aquellos que han sido olvidados por la sociedad.
Gracias a este esfuerzo conjunto, muchas personas en situación de calle han recibido un respiro en medio de sus dificultades. Algunas han encontrado apoyo para acceder a refugios temporales, mientras que otras han podido reconectarse con sus familias o iniciar pequeños emprendimientos con la ayuda de la comunidad.
Inspirando a Otros a Ayudar
El ejemplo de Betty Camilo nos recuerda que no se necesita ser una gran organización para hacer la diferencia. Cualquier persona, con voluntad y compromiso, puede transformar vidas con pequeñas acciones. Su labor inspira a muchos a tomar iniciativa y encontrar formas de aportar a su comunidad.
En FUSOM, creemos firmemente en el poder del trabajo en equipo y la solidaridad. Cada granito de arena cuenta, y cuando muchas manos se unen, los cambios se hacen visibles.
¡Tú También Puedes Ser Parte del Cambio!
Si quieres sumarte a esta noble causa, te invitamos a participar como voluntario o a colaborar con donaciones de alimentos, ropa o insumos para las personas en situación de calle. Juntos podemos seguir llevando esperanza y dignidad a quienes más lo necesitan.
Porque ayudar no es un acto de caridad, sino un acto de justicia y humanidad.